abc

 ABC

La futura Ley de Formación Profesional facilitará la movilidad laboral de los trabajadores

Madrid, 16/01/2001

 Rosario Barroso

La nueva Ley de Formación Profesional, cuyo borradorestá siendo estudiado por las comunidades autónomas y los distintos sectores educativos,permitirá una formación profesional homologable con Europa, lo que facilitará la movilidad laboral de los trabajadores y permitirá que cada persona pueda elegir su propia preparación.

La Formación Profesional ha alcanzado en los últimos años un mayor reconocimiento social, como lo pone de manifiesto el amplio catálogo de más de ciento treinta titulaciones diferentes, pero la nueva Ley de Formación Profesional que está elaborando el Ministerio de Educación contribuirá a la modernización de los estudios lo que la convertirá en una atractiva alternativa a la formación universitaria. Con esta Ley se estará, por primera vez, en condiciones de ajustar nuestras titulaciones a las directivas europeas, de manera que se convierte en la primera que facilitará la movilidad laboral de las personas cualificadas.

INSERCIÓN LABORAL

La futura ley de Formación Profesional tiene por objeto la regulación del Sistema Nacional de Formación Profesional en función de las competencias profesionales demandadas por el mercado de trabajo, con el fin de lograr una mayor cualificación de las personas para una mejor inserción laboral. También facilitará la transición de la escuela a la vida profesional, adoptando las medidas específicas para prevenir que la gente joven abandone los centros escolares sin una titulación mínima y sin competencias reconocidas y posibilitará la formación a lo largo de la vida, permitiendo al conjunto de la sociedad española la adaptación continua a las cambiantes circunstancias del mercado de trabajo.
Un Sistema de Formación Profesional, centrado en el establecimiento de un Sistema Nacional de Cualificaciones (SNCP) reflejará en un catálogo los patrones de competencias que requiere el mercado de trabajo. Las cualificaciones se identificarán de la forma más adecuada posible a las necesidades de producción, se adaptarán a los cambios tecnológicos y sociales, y facilitará las oportunidades de empleo permitiendo la movilidad en los mercados de trabajo, no sólo a nivel regional o nacional, sino europeo. Este Catálogo se mantendrá actualizado, con continuas revisiones, para reflejar los cambios ocurridos en el sistema productivo, de manera que se incluyan nuevas cualificaciones y se modifiquen o supriman otras.

El nuevo sistema de Formación Profesional cambiará la actual situación en la que no existe integración entre los distintos tipos de formación. Hasta ahora, coexisten de manera independiente una formación reglada, estructurada en ciclos formativos iguales en todas las comunidades autónomas; una formación ocupacional destinada a las personas sin empleo y que no conduce a la obtención de un título académico y una formación continua, que es la que las empresas llevan a cabo para mantener de forma actualizada los conocimientos de sus trabajadores.

INTEGRACIÓN DE SISTEMAS

El futuro sistema de Formación Profesional integrará la formación reglada, la continua y la ocupacional. De este modo, cada persona podrá estructurar la formación que necesite de manera individualizada, gracias a que se permitirá la convalidación de módulos entre los distintos sistemas de formación, de manera que cualquiera que haya realizado unos estudios en alguna modalidad y desee completarlos con la de otra podrá ver reconocido su esfuerzo anterior.

RECONOCER LA EXPERIENCIA

La nueva Ley recoge la creación de un Catálogo de Módulos Formativos, que podrán ser reglados o no reglados, y que podrán ser impartidos por todas las Administraciones Educativas y Laborales así como por los Agentes Sociales. Se establecerá un procedimiento de reconocimiento y acreditación de la cualificación que posean las personas, adquiridas por vía formativa pero también por experiencia. Lo que permitirá que muchas personas que se hayan formado de manera autodidacta y carezcan de títulos académicos puedan ver reconocidos sus competencias de manera oficial. Para su obtención podrían tener que realizar las pruebas teóricas que se soliciten así como acreditar de manera práctica en un puesto de trabajo su cualificación.

El procedimiento de evaluación de las cualificaciones profesionales se desarrollará tanto a través de pruebas teórico-prácticas como de la valoración del currículo profesional que haya sido debidamente acreditado. Después, será la Administración del Estado y las Administraciones autónomas las que certifiquen la posesión de conocimientos, capacidades y aptitudes para el ejercicio profesional mediante la expedición de una acreditación. Para lograr una buena integración de los tres tipos de formación, la Ley tiene previstos la creación de Centros Integrados de Formación Profesional.

Con la creación de un registro General de Acreditaciones Profesionalas empresas que lo deseen podrán acceder de manera rápida a la información que les indique qué profesionales están cualificados para la labor que ellas requieren, de manera que se logrará un mayor ajuste de la oferta y la demanda de trabajo. Uno de los fines que pretende esta nueva Ley es motivar a los empresarios para que inviertan en la formación de sus empleados así como responder a las necesidades personales de promoción profesional de los trabajadores, de manera que cualquier persona que desee seguir formándose para lograr una mejora laboral pueda elegir aquellos módulos formativos adecuados a sus necesidades.

INFORMACIÓN CONTINUA

Una de las novedades que interesará tanto a trabajadores, empleadores, alumnos y familias es la creación de un Sistema de Información y Orientación que permitirá conocer las cualificaciones que se requieren, así como los centros en los que se imparte la formación correspondiente. Porque uno de los fines más importantes de esta Ley es posibilitar el desarrollo de procesos de formación a lo largo de toda la vida, de manera que las personas puedan recibir una permanente actualización del saber, y hacer frente a los cambios organizativos y técnicos que experimentan los sistemas de producción en el mercado de trabajo.

Pero también la Formación Profesional contará con una estructura nueva, un Centro Nacional de Evaluación y Calidad que se encargará de garantizar la calidad del Sistema de Formación Profesional para que se ofrezca siempre un servicio útil y fiable a todas aquellas personas que deseen acceder a estos estudios. Será la Administración General del Estado la encargada de su dirección y gestión pero respetará en todo momento las competencias atribuidas a las Comunidades autónomas, con las que establecerá la organización y funciones de este centro.

En definitiva, el nuevo sistema favorecerá la integración de la oferta formativa de las diferentes Administraciones y de otros agentes de formación continua y favorecerá la empleabilidad y la movilidad laboral de las personas.

http://www.abc.es